El mercado de la publicidad digital sigue en plena carrera tecnológica desde que en la década de los 90 empezaron a aparecer los primeros banners estáticos en las páginas de Internet. En aquel entonces no existían ‘ad servers’, ni hablábamos de segmentar audiencias, ni teníamos la más remota idea de lo que significaba ‘data driven’ o ‘tres sesenta’. Y todo estaba bien. Y nadie daba un duro por la publicidad digital porque la tele iba a seguir siendo lo mejor.
Afortunadamente no fue así. Sin embargo, aunque a día de hoy el medio digital se haya convertido en el canal más preciso, medible y efectivo en muchos aspectos, todavía existen barreras que limitan los beneficios de la tecnología más puntera a un reducido número de agencias publicitarias gigantescas y a sus privilegiados clientes. En Adberry pensamos que ya es hora de acercar la tecnología a las agencias corrientes. Es urgente que nuestras empresas y negocios locales puedan beneficiarse también de aquellas cosas que suenan a privilegio de unos pocos, como ‘big data’, ‘3rd party audience lists’, ‘machine learning’ o ‘segmentación inteligente’. Es hora de que nuestros clientes entiendan que el foco ya no es el medio, sino las personas que lo usan, y que esta tecnología es asequible y accesible para todos. Para ellos también.
En Adberry nos preguntamos por qué solo las grandes agencias pueden contar con su trading desk de confianza. ¿Acaso nadie piensa en las agencias tradicionales? Como si la innovación perteneciera solo a unos pocos…
El Robin Hood de la programática
Por eso en Adberry nos decidimos a convertirnos en el Robin Hood de la programática. El trading desk de las agencias “normales”; la mano tendida que cuida a su agencia y le añade a su portfolio una variedad de servicios tecnológicos punteros que ofrecer a sus clientes, porque ellos también lo merecen, porque queremos que nuestras agencias de publicidad locales sean las verdaderas agencias premium, que cuenten con los servicios más novedosos en marketing digital, que sean data driven, pero manteniendo esa familiaridad y cercanía que los caracteriza. Y haciendo gala de esa familiaridad también actuamos nosotros con nuestras agencias: con transparencia, honestidad, explicando de verdad lo que se puede lograr y lo que no, sin humo, sin argucias.
Transparencia, honestidad… Valores estos que, aunque parezca increíble en pleno siglo XXI, todavía no son del todo el eje principal, el paradigma claro de este sector. Hemos visto de todo: desde empresas con muy buen hacer a oportunistas que en su momento aprovecharon el desconocimiento generalizado de su novedosa tecnología para vender cosas imposibles, para prometer el oro y el moro. Y es natural: efectivamente es complicado entender de todo, y la tecnología resulta difícil, sobre todo cuando entran en juego disciplinas como la estadística y el análisis de datos. Afortunadamente la tendencia, cada día más y también en este sector, va encaminada a ofrecer el mejor servicio, a la profesionalidad y a cuidar al cliente. Urge que esto sea el nuevo paradigma, la norma y lo real.
Creemos que este es el momento de las agencias. Ahora toca innovar, y es el mejor momento para acercarse a una tecnología que lleva años ahí y aún no ha sido explorada del todo. Es el momento, y nosotros vamos a hacer todo lo posible para que estas herramientas lleguen a todas las empresas, ya sean grandes, medianas o pequeñas; con presupuestos modestos o ambiciosos. Lo importante es que llegue a todos, que lo usemos bien, y que entre todos cambiemos el paradigma de la publicidad digital haciéndolo accesible, entendible y cómodo. Una programática para todos.